Introducción
Con la llegada del verano, las altas temperaturas pueden convertirse en el peor enemigo de tu ordenador. El calor excesivo no solo provoca subidas de temperatura en la carcasa, sino que puede traducirse en una pérdida de rendimiento de hasta un 30 % en procesadores y tarjetas gráficas debido al thermal throttling. En momentos críticos como al guardar un archivo importante, durante una edición de vídeo o en mitad de una partida esta merma puede suponer cuelgues inesperados, caídas de frames o, incluso, daños irreversibles a largo plazo.
Señales de que tu PC necesita un respiro
Antes de aplicar cualquier solución, conviene detectar si tu equipo está sufriendo por exceso de calor. Estate atento a:
- Ventiladores que giran al máximo incluso durante tareas ligeras.
- Ruido excesivo procedente de la fuente de alimentación o de la tarjeta gráfica.
- Lecturas sostenidas por encima de 80 °C en CPU o GPU (puedes comprobarlo con HWMonitor, HWiNFO u otras herramientas similares).
- Caídas de FPS, “stuttering” o ralentizaciones durante el juego.
- Cierres repentinos de aplicaciones o pantallazos azules bajo carga intensa.
- Sensación de calor al tacto en la parte superior o trasera de la torre.

Si percibes varias de estas señales, tu equipo te está pidiendo a gritos una revisión de su sistema de refrigeración y ventilación.
Limpieza de ventiladores y disipadores
El polvo y la pelusa obstruyen el flujo de aire, reducen la eficiencia del disipador y elevan la temperatura interna. Mantener los ventiladores limpios es uno de los métodos más sencillos y efectivos para reducir las temperaturas.
Herramientas necesarias
- Lata de aire comprimido para soplar el polvo con precisión.
- Cepillo de cerdas suaves (preferiblemente antiestático) para eliminar residuos incrustados.
- Pañitos de microfibra y alcohol isopropílico al 90 % (opcional, para una limpieza más profunda).
Pasos recomendados
- Apaga y desenchufa el equipo. Espera unos minutos para que todos los ventiladores se detengan.
- Retira los paneles laterales de la torre (normalmente basta con aflojar un par de tornillos de thumbscrew).
- Identifica los ventiladores clave:
- Ventilador del CPU y aletas del disipador.
- Ventiladores de la GPU (si dispones de una tarjeta dedicada).
- Ventiladores de caja (frontal, trasero, superior o inferior).
- Filtros anti-polvo en las entradas de aire.
- Aplica ráfagas de aire comprimido (1–2 segundos cada una) a diferentes alturas y ángulos para desalojar el polvo. Mantén la lata en posición vertical y haz pausas cortas para evitar condensación.
- Usa el cepillo suave para retirar el polvo restante, prestando especial atención a las aletas del disipador de CPU/GPU.
- Si tu chasis incorpora filtros anti-polvo extraíbles, límpialos con agua tibia y jabón neutro; sécalos completamente antes de volver a colocarlos.
- Revisa el interior: cerciórate de que ningún cable bloquea el flujo de aire y que no haya componentes sueltos.
- Vuelve a montar la torre, enciéndela y comprueba que los ventiladores giran con menos ruido. Monitoriza las temperaturas en reposo para verificar que han mejorado.
Recomendación: Realiza esta limpieza cada 3–4 meses (o con mayor frecuencia si tienes mascotas o vives en un entorno muy polvoriento).
Configura curvas de ventilación
Ajustar la velocidad de los ventiladores en función de la temperatura (fan curves) evita que la CPU o la GPU superen los 75 °C y previene el thermal throttling. La clave es que, a partir de los 60 °C, los ventiladores aumenten progresivamente su velocidad.
Conceptos básicos
- Una curva de ventilación relaciona la temperatura del componente (eje X) con la velocidad del ventilador en RPM (eje Y).
- El objetivo es que los ventiladores empiecen a girar con más intensidad antes de que el procesador o la tarjeta gráfica lleguen a temperaturas críticas.
En la BIOS/UEFI
- Reinicia el equipo y entra en el BIOS/UEFI pulsando Supr, F2, F10 (según la placa base).
- Localiza la sección “Fan Control”, “Hardware Monitor” o similar.
- Ajusta la curva de CPU_FAN y los ventiladores de chasis (CHA_FAN). Un ejemplo de puntos de referencia:
- 30 °C → 20 % de RPM
- 50 °C → 50 % de RPM
- 60 °C → 70 % de RPM
- 75 °C → 100 % de RPM
- Guarda cambios y reinicia. Monitoriza las temperaturas en los primeros arranques para asegurarte de que funcionan correctamente.
Desde el sistema operativo (Windows/Linux)
- En placas base:
- MSI Center (MSI)
- ASUS AI Suite (ASUS)
- Gigabyte SIV (Gigabyte)
- ASRock A-Tuning (ASRock)
- En tarjetas gráficas:
- AMD Radeon Software (AMD) permite definir manualmente la curva de ventilador.
- MSI Afterburner (compatible con NVIDIA y AMD) ofrece control exhaustivo sobre la curva de la GPU.
Consejo: Ajusta la curva de forma progresiva; si persigues un equipo más silencioso, mantén ventiladores al 20 % en reposo y sube agresivamente a partir de 60 °C.
Eleva ligeramente la torre para mejorar la entrada de aire
Si la torre está pegada al suelo, especialmente sobre moqueta o alfombra, el ventilador inferior apenas puede aspirar aire fresco. Elevarla solo unos centímetros mejora la presión de aire entrante en el ventilador inferior en hasta un 10 %.
Cómo hacerlo
- Coloca la torre sobre tacos de goma de 2–3 cm de altura.
- En caso de no disponer de tacos, cuatro libros finos en las esquinas traseras sirven como solución temporal.
- Asegúrate de que no haya objetos cercanos (cables, cajas, muebles) obstaculizando las rejillas de ventilación.
Beneficios adicionales
- Mejora la circulación general del aire dentro del chasis.
- Reduce la acumulación de polvo en la base.
- Disminuye las vibraciones si usas tacos de goma, algo especialmente útil si tienes una fuente de alimentación con ventilador inferior.
Cambia la pasta térmica
La pasta térmica es el puente de conductividad entre el IHS (Integrated Heat Spreader) del procesador y el disipador. Con el tiempo, se seca y pierde eficacia, lo que puede elevar las temperaturas entre 5 °C y 10 °C.
Cuándo cambiarla
- Cada 12–18 meses, o siempre que desmontes el disipador de CPU o GPU.
- Si, tras limpiar los ventiladores, notas que las temperaturas siguen siendo inusualmente altas.
Tipos de pasta térmica
- Pasta estándar (silicona o cerámica): buena relación rendimiento/duración y fácil aplicación.
- Metal líquido: mayor conductividad térmica, pero requiere extrema precaución; es conductor de la electricidad y no debe derramarse fuera del IHS.
Advertencia: Sigue las instrucciones del fabricante si optas por metal líquido. Asegúrate de no superar las cantidades recomendadas y evita el contacto con zonas eléctricas.
Elige entre refrigeración por aire o líquida
Según tu presupuesto y necesidades de rendimiento, la elección entre aire y líquido puede influir en cómo responde el PC al calor veraniego.
Refrigeración por aire (Air Cooling)
- Disipadores tipo torre con heatpipes y uno o dos ventiladores (por ejemplo, Noctua NH-D15 o Cooler Master Hyper 212).
- Ventajas: fiabilidad a largo plazo, cero riesgo de fugas y mantenimiento sencillo (solo limpieza de polvo).
- Inconvenientes: mayor volumen y posible interferencia con módulos de RAM altos o torres compactas.
Refrigeración líquida (AIO y custom loop)
- AIO (All-In-One): kits cerrados con radiador (120 mm, 240 mm, 360 mm) y bomba integrada.
- Custom loop: circuito personalizado con radiadores, depósitos y bloques tanto para CPU como para GPU.
- Ventajas: mejor rendimiento en cargas extremas, menor ruido a RPM moderadas y estética más limpia.
- Inconvenientes: precio más elevado, instalación más compleja y, en el caso de custom loops, necesidad de mantenimiento periódico y riesgo de fugas si no se hace con cuidado.
Optimiza el espacio interno y el chasis
Un flujo de aire eficiente no solo depende de los ventiladores, sino también de la forma en que está organizado el interior y del diseño del chasis.
Características de un chasis ideal
- Panel frontal mallado (mesh) para máxima entrada de aire.
- Ventiladores de calidad preinstalados: al menos dos frontales para admisión y uno trasero para extracción, preferiblemente de 120 mm o 140 mm.
- Soporte para radiadores superiores (mínimo 240 mm) si piensas en soluciones líquidas.
- Filtros anti-polvo extraíbles en la parte frontal, inferior y, si es posible, en la parte superior, para facilitar la limpieza.
- Gestión de cables (cable management) profesional: espacio detrás de la bandeja de la placa base, bridas y pasacables para que nada entorpezca el flujo de aire.
Presión de aire positiva frente a negativa
- Con presión positiva (más ventiladores de admisión que de extracción), el interior se mantiene más limpio, ya que el aire entra por filtros y sale por cualquier rendija.
- Con presión negativa (más extracción que entrada), se crean corrientes “caóticas” y el polvo puede entrar por zonas sin filtro.
- Se recomienda mantener una ligera presión positiva: tres ventiladores de admisión frente a dos de extracción es un buen punto de partida.
Monitorización y alertas automáticas
Detectar al instante picos de temperatura te permitirá reaccionar antes de sufrir cuelgues o daños y prolongar la vida útil de tu equipo.
Software esencial
- HWMonitor (CPUID): Mide temperaturas, voltajes y RPM en tiempo real.
- HWiNFO64: Informes detallados de sensores, registro de historiales y posibilidad de añadir alertas.
- MSI Afterburner: Control de fan curves y mostrador en pantalla (OSD) para GPUs.
- SpeedFan (Windows): Aunque su desarrollo es más antiguo, sigue siendo útil para controlar ventiladores y sensores.
Configuración de alertas
- En Windows, usa “Performance Monitor” (PerfMon) para crear alertas o ejecutar scripts cuando la temperatura alcance un valor crítico.
- Herramientas como CAM (NZXT) o SIV (Gigabyte) pueden enviar notificaciones o reducir automáticamente el TDP si se supera un umbral determinado.
- En Linux, combina lm-sensors con fancontrol para ajustar RPM de forma dinámica, y utiliza cron junto con scripts que envíen correos o apaguen el sistema si la CPU/GPU supera cierto valor.
Bonus: Entorno y ubicación del PC
La temperatura ambiente desempeña un papel clave. Un PC con buena refrigeración puede verse superado si el cuarto alcanza 30 °C o más.
Recomendaciones de ubicación
- Sitúa el equipo en una habitación bien ventilada o con aire acondicionado (ideal: entre 20 °C y 24 °C).
- Evita colocarlo cerca de radiadores, calefactores o luz solar directa.
- Mantén al menos 5 cm de holgura entre las rejillas de ventilación y la pared o muebles cercanos.
- Un ventilador de pie o de torre apuntando hacia el PC puede ayudar a renovar el aire y reducir la temperatura ambiente.
Por qué elegir HM System de Hispamicro
Si prefieres no preocuparte por ajustes constantes y buscas un equipo que rinda estable incluso en verano, la gama HM System de Hispamicro está diseñada para entornos exigentes.
Características destacadas de HM System
- Chasis ventilado de alto flujo con panel frontal mallado y cuatro ventiladores PWM preinstalados (dos frontales, uno trasero, uno superior).
- Ventiladores PWM de 120 mm optimizados: aspas diseñadas para máximo caudal a RPM moderadas, reduciendo ruido y manteniendo CPU/GPU por debajo de 70 °C a 30 °C ambiente.
- Disipador de CPU dual-tower con heatpipes de 6 mm y doble ventilador de 120 mm para una disipación superior.
- Tarjeta gráfica con triple ventilador y backplate metálico: no solo mayor estabilidad estructural, sino también disipación pasiva adicional.
- Gestión de cables profesional: espacio trasero amplio, bridas y gomitas para que nada bloquee el flujo de aire.
- Filtros anti-polvo magnéticos en la parte superior e inferior para una limpieza rápida sin herramientas.
Ventajas comprobadas en entornos cálidos
- Bajo carga intensa, las temperaturas de CPU y GPU suelen mantenerse entre 55 °C y 72 °C, incluso cuando la temperatura ambiental supera los 30 °C.
- Ruido controlado: menos de 35 dBA en situaciones de uso intensivo, frente a otros equipos que alcanzan 45 dBA en verano.
- Mayor durabilidad: los VRM y el chipset se mantienen por debajo de 65 °C al 100 % de carga, prolongando la vida útil de los componentes.
Entra a nuestra paginas web: https://www.hispamicro.com/Busqueda.aspx?bus=hm-system
Casos de uso ideales
- Estaciones de trabajo para edición de vídeo, diseño CAD o renderizado 3D, donde el equipo funciona horas ininterrumpidas.
- Ordenadores gaming para torneos de verano, en salas con iluminación y público.
- Entornos empresariales sin climatización central, despachos con alta carga de datos o pequeñas salas de servidores (SMB) en climas cálidos.