Un disco duro es una unidad de almacenaje de datos digitales. Es una de las partes más importantes de cualquier sistema informático, ya que sin él ningún ordenador sería capaz de guardar ningún tipo de información.
Desde que aparecieran los primeros discos duros en 1956, estos dispositivos han ido evolucionando continuamente.
Hoy en día, contamos principalmente con tres tipos de discos duros:
1. Discos HDD (Hard Drive Disk).
Este tipo de discos están compuestos por piezas mecánicas, de ahí que también se les llame discos duros mecánicos. Para grabar y almacenar los datos, estos discos utilizan el magnetismo.
Por otro lado, están compuestos por uno o varios discos rígidos (dependiendo del modelo) que giran a bastante velocidad y que están unidos por un eje.
Además, cuentan con un cabezal de lectura o de escritura en cada plato y en cada una de sus caras. Estos cabezales son los que le permiten al dispositivo grabar y leer la información.
Los HDD o discos duros mecánicos mejoran su capacidad de grabación cuanto más delgados son y, cuanto mayor sea la velocidad a la que giran los discos, mayor es la velocidad a la que se transmiten y se leen los datos almacenados.
Pueden ser tanto internos como externos.
2. SSD (Solid State Drive).
Las unidades SSD funcionan a través del uso de una memoria semiconductora no volátil o memoria flash. Esta memoria es, a grandes rasgos, un chip que lleva integrado un circuito con una peculiaridad: no está formado por núcleos, sino que conforma un sistema de celdas basadas en puertas lógicas NAND.
Este sistema de celdas es el que permite a la unidad SSD retener el último estado que se ha almacenado, aunque haya estado apagada.
Para almacenar los datos, las unidades SSD utilizan elementos electrónicos basados en transistores.
Pueden ser, al igual que los HDD, externos o internos.
3. Unidades SSD M.2.
Es la última versión de los discos duros y ha supuesto dos ventajas muy importantes con respecto a sus predecesores:
- Un gran ahorro de espacio en tu ordenador, ya que su tamaño no supera al de una memoria RAM, y porque elimina la necesidad de utilizar conectores de alimentación (como los SATA).
- Un aumento de la velocidad de transmisión y lectura de datos, ya que envía la información a través de sus cuatro carriles de datos directamente al procesador, llegando a velocidades de hasta 4.000 MB/s. No obstante, la marca PNY ha lanzado recientemente una unidad SSD M.2 que duplica esa velocidad, llegando a alcanzar 7500 MB/s, el PNY CS3140 M.2 NVMe Gen4 x4 SSD.
Las unidades SSD M.2. soportan tres modos distintos de transferencia de datos:
- Protocolo AHCI con SATA. Esta forma era muy común en las primeras unidades M.2. y trabajaban a 600 MB/s aproximadamente.
- Interfaz PCIe a través del Protocolo AHCI. En este modo, se utilizan los LANES PCIe que van directos al procesador para transmitir la información, pero a través del protocolo AHCI.
- Interfaz PCIe a través del Protocolo NVMe (protocolo creado específicamente para las unidades SSD). Este modo es capaz de procesar varias instrucciones a la vez ya que puede utilizar la capacidad multitarea de las CPU y de las interfaces SSD.